Perros por aqui, perros por alla...

Oh no, oh Dios Mío, ¿puede ser esto cierto? ¿ven bien mis ojos? Si... si...

¡¡ES UNA ENTRADA NUEVA!!

¿Y que cerveza es la afortunada? ¿Es afrutada, con un buen cuerpo, espuma, y un toque a frutos secos al final? ¿Es negra, es blanca? ¿Cuesta un pastizal? 

NO. 

Es... Newcastle!! "Booo" grita alguien al final "vaya mierda!". Vamos a ver. Es mi blog y hago lo que quiero, y vosotros, que sois unos pardillos fieles seguidores, me seguís el rollo y hacéis que os gusta lo que escribo. 

Aun así, me voy a tomar una licencia, y, sin que sirva de precedente, voy a justificar porqué he elegido dicha cerveza, mediante una imagen. 

Haciendo que la comida britanica
se pueda comer desde 1927

Si hijos si, estamos hablando de Newcastle Brown Ale, una de las cervezas británicas mas comercializadas de la historia de UK. Y tiene mucho que contar. 

Empezaremos comentando que un tal Coronel Jim Porter empezó a fabricarla en 1927, usando una mezcla de maltas (crystal y pale) y bajo lupulaje, haciéndola suave y rica, es decir, una mezcla de una cerveza oscura, pero una "ale", suave y fácil de beber. 

Es una cerveza que históricamente se ha distribuido en botella, en la cantidad llamada "imperial pint" (340ml), no encontrándose en grifo en casi ningún sitio. 

Por su sabor, precio, y distribución, es una cerveza muy consumida tanto en UK (por el norte) y en los USA, porque son así, y les gusta importar esta cerveza. Y dado que viene en botellas, y esta muy buena, pues la consumen los jóvenes. Otro botellón (literal) cualquiera. 

Pero la verdadera razón por la que le he dedicado la entrada es porque esta cerveza tiene un nombre, un "nickname" muy curioso. La llaman "dog", por el color que tiene. Esta frase proviene de "seeing a man about a dog", que es un bonito eufemismo para ausentarse a cualquier cosa, pero sobre todo usado para... mmm.... como decirlo... a echar a Obama de la Casa Blanca... a soltar lastre... ya sabeis... 

Filetaco, pure de patata y una cervecita rica, rica

Pero bueno, despues de esta escatologicidad lingüística, vamos a la cerveza en si. Es una rica cerveza, suavita, con un toque acaramelado, colorcillo marrón y espuma ligera, que no aguanta mucho en el vaso. ¿Es una cerveza especial? No. Pero eh, si tuviese dinero, seria una seria candidata a tener siempre un ejemplar en el frigorífico, por su suavidad, y porque, en general, esta bastante rica. Es un buen 7/10, una cerveza de día a día que te mantiene alerta de sabor y cuerpo, sin ser demasiado amarga, ni muy cargante. 

Y con esto, acabamos la entrada, señores. Un sábado a las 15:00, justo despues de comer, preparado para echarse la siestecilla. Porque ser un ni-ni tiene sus ventajas. 

Hasta la próxima, mis cerveciles lectores